Por diversas razones, puede ser que en algún momento de la vida usemos un tipo de medicamento para regular y tratar nuestras emociones cuando no están del todo bien. Sin duda, la depresión es una de las afecciones psicológicas que más daños nos pueden ocasionar, personal y socialmente, ya que los síntomas y consecuencias van desde la apatía, crisis de ansiedad, pérdida de sueño y apetito, hasta llegar a los pensamientos autodestructivos.
En estos casos, uno de los aliados inmediatos que nos ayudan a tratarla son los antidepresivos. Sin embargo, es bien sabido que alrededor de estos medicamentos hay decenas de mitos y prejuicios e incluso opiniones encontradas sobre las ventajas y desventajas de su uso prolongado en el cuerpo, y por lo tanto, resulta usual que mucha gente que los ha consumido por largos periodos de tiempo busque dejar de usarlos para comenzar a tratar su depresión con métodos naturales y terapéuticos. Pero, ¿cómo podríamos lograr este objetivo cuando se trata de algo tan delicado como una medicación?
No es una cosa que suceda de la noche a la mañana, se trata de todo un proceso que tiene que ver con, gradualmente, ir estabilizando todos los aspectos de tu cuerpo, tanto física, como mental y emocionalmente. Si es tu caso y tienes el deseo de dejar los antidepresivos, a continuación te damos algunas recomendaciones iniciales para ayudarte en el camino.
La primer clave para comenzar a dejar un tratamiento de antidepresivos es llevar un estilo de vida saludable y hábitos alimenticios benéficos. El ejercicio hace una mancuerna indispensable para hacerte sentir bien y mantener tu cuerpo en armonía. Muchas frutas y verduras (comida saludable en general) y rutinas de ejercicio no exhaustivo te ayudarán a encontrar poco a poco un equilibrio que parta desde tu interior y que no se quede en niveles superficiales de efecto inmediato aunque pasajero. Recuerda que el ejercicio libera endorfinas de forma natural, así como ciertas frutas (sobre todo las que más te gustan) y esta combinación puede lograr efectos placenteros que te servirán para evitar una nueva dosis de medicamento.
Incluso si eres adepta o adepto a prácticas que fomentan la espiritualidad, te será de gran ayuda concentrar tus energías en rituales, oraciones y ejercicios para estar en tranquilidad con tu alma, lo que se reflejará en tu forma de percibir el mundo y combatir la depresión. Puedes programarte rutinas propias o buscar centros de meditación o yoga donde tengas la oportunidad de conectarte con tu ser interno y practicar la introspección complementada con ejercicios de respiración y relajación. Meditar en espacios abiertos como parques o campos es muy recomendado para entrar en contacto contigo mismo.
Comunica a tu familia y amigos tu necesidad de dejar los antidepresivos para que en la medida de sus posibilidades estén atentos a tu progreso y sepan reaccionar si de pronto necesitas algo. Rodéate de tus seres queridos, sal con amigos aunque al principio quizá no tengas muchas ganas y propicia conversaciones que te ayuden a mantener tu mente despierta y ocupada con temas de tu interés. Por más trabajo que te cueste al principio, encuentra un pasatiempo que te distraiga lo más posible y que, por supuesto, te guste lo suficiente como para pasar al menos un par de horas diarias en él.
Toda decisión de ir dejando gradualmente los antidepresivos debe ir acompañada de una confiable opinión profesional: tu psiquiatra (junto con alguna segunda opinión) pues es quien conoce tu caso y podrá valorar las posibilidades médicas de esta situación. Platica con tu tratante y hazle saber tu deseo de abandonar los medicamentos. No es algo imposible y te ayudará a sentirte bien con tus emociones y, sin duda, a conocerte mejor.