En mi colaboración anterior ya había hablado de las “maldiciones familiares”; esa ocasión me enfoqué un poco en cuando estas maldiciones son cosas que nos provocamos a nosotros mismos. Si no lo leíste o no lo recuerdas, puedes encontrar el texto en este enlace. Ahora abordaré este tema desde la visión de las Constelaciones Familiares.
Hablaré de lo que muchas veces es inconsciente y familiar y, sin quererlo, hemos ido cargando durante mucho tiempo. No importa cuánto lo neguemos, somos parte de nuestra familia, eso es algo inamovible; tener esta claridad nos puede ayudar a poder ser libres y aprender a tomar nuestros propios pasos.
Todas las familias tienen características que las ayudan a tener una pertenencia; ésta puede ser tan sencilla, como que todos sean fanáticos del mismo equipo de futbol, o tan compleja, como que todos los primogénitos varones se queden viudos.
¿De qué depende esta complejidad? Simplificando las cosas para poder explicarlas, diría que es porque esa situación en algún momento fue una solución para la familia. Déjame ponerte algunos ejemplos que conozco:
Una vez conocí a una mujer cuya bisabuela vivió durante la revolución mexicana. La bisabuela se quedó sola y con tres hijas, en una casa alejada de los grandes poblados de la época. Un día, pasó un hombre desconocido y raptó a una de sus hijas; desde entonces, la mujer consiguió un arma de fuego y corría a punta de pistola a todo hombre que se metiera en sus terrenos. Esa fue una solución para la mujer.
Luego, sus hijas crecieron y se casaron, tuvieron hijos, que a su vez se casaron... la familia creció, sin embargo, esa desconfianza natural hacia los hombres se fue permeando de generación en generación. Para el momento en el que conocí a a la bisnieta, ella era incapaz de tener relaciones sanas con los hombres, pues la desconfianza hacía que la relación no floreciera. Entonces, lo que en algún momento fue una solución para la bisabuela, hoy se convirtió en una maldición para la bisnieta.
En otro ejemplo, alguna vez tuve un paciente que tenía problemas con el dinero, pero no los clásicos temas de deudas y de no generar un ingreso suficiente. Este hombre ganaba alrededor de medio millón de pesos al mes (más o menos unos 25,000 dólares), y “mágicamente” se los gastaba en cosas sin sentido.
A pesar de todo ese dinero que ganaba, no tenía casa propia, traía un coche viejo y medio golpeado; por eso era un misterio a dónde se iba su dinero, que desaparecía como por arte de magia.
La historia de su familia era interesante: su bisabuelo era el dueño de la tienda del pueblo donde vivían y generó una muy buena fortuna, misma que le ayudó a poner otra tienda en otro pueblo y generar más riquezas; el hermano del bisabuelo era su socio, y cual historia de telenovela, terminó asesinando a su hermano para quedarse con todo.
Afortunadamente, lo descubrieron y terminó en la cárcel; sin embargo, a partir de ese hecho, la familia concluyó que tener dinero era peligroso, y aunque siempre han sido buenos generando dinero, también han sido muy buenos haciéndolo desaparecer. Esa solución le traía problemas a mi paciente, que era un digno miembro de su familia.
Como podrás ver, la pertenencia permea en la familia y hace que estemos influenciados por ella. Así, lo que en algún punto fue una solución para la familia, hoy es un estorbo, o algo que de alguna forma se convirtió en una regla cerrada que afecta a los descendientes.
Ahora que tienes esta información, te preguntarás: ¿Cómo le hago para ver qué cosas ha creado mi familia como solución y que ahora me afectan, y cómo me salgo de ellas? Te dejaré algunas recomendaciones para que puedas lograrlo:
A veces, es tan obvio que no lo notamos, y es que cuando estamos inmersos en algo, no nos damos cuenta de su existencia; por eso, a veces, es importante preguntar. Para hacer esto necesitas estar dispuesto a escuchar cosas con las que no vas a estar de acuerdo, y al mismo tiempo, darles el beneficio de la duda.
Pregúntale a la gente cercana a tu familia cosas como: ¿Notas algún patrón en mi familia? ¿Dónde sientes que somos bien cerrados en mi familia? ¿Crees que mi familia tiene alguna cosa de la cual no se puede hablar? Estas son algunas preguntas que puedes hacer, pero, como siempre, ten paciencia contigo mismo, porque a veces este tipo de cosas son difíciles de notar.
Una vez que hayas notado esas cosas que tu familia toma como pertenencia, observa en dónde te estorba esa solución familiar. Si no te estorba, entonces no habrá razón para trabajarla y acomodarla.
Cuando lo encuentres, aquí te dejo unos pasos para soltar esa solución familiar, si es que ahora te afecta:
1. Nota para qué le ha sido útil a tu familia. ¿Qué le ha dado? ¿Para qué le ha servido?
2. Agradece: Nota donde sí te ha funcionado a ti y a tu familia tener esta forma de pertenencia. Por ejemplo: gracias por hacerme creer que sólo la gente con mucha cultura vale la pena, me ha ayudado a ser mucho más culto que el promedio de la gente y eso me ha abierto puertas.
3. Nota qué harás ahora para honrar esta solución en tu familia. Por ejemplo: mi forma de honrar la cultura de esta familia será dando clases y enseñando lo que sabemos.
4. Reconoce que es un buen recurso y date permiso para buscar otros recursos además del que la familia tiene. Por ejemplo: noto que la cultura en esta familia nos ha abierto puertas, sin embargo, también elijo crecer mi carisma para tener más opciones de cómo hacer lo mismo.
5. Reconoce que si no fuera por esa solución familiar no estarías aquí, reconócelo como algo que les ayudó a permanecer existiendo, pero que hoy ya no es necesario.
Espero que este artículo te sirva; si tienes alguna duda o no te queda claro alguno de los pasos, estoy abierto a responder las preguntas o incluso escribir otra columna sobre el tema.
Nos leemos pronto.
Fabio Valdés Farrugia, de Evolución Terapéutica.
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