Estamos en medio de mucha movilización, la tierra se mueve y mucho y muy fuerte, el aire sopla con toda su energía, el agua va por donde se supone que no y se retira de donde sí.
Todo esto genera mucho desconcierto y mucho, pero mucho miedo. Muchos se preguntan qué pasa, qué es esto, qué va a pasar, qué hacemos.
Primero, no conectarnos con el miedo y el caos. Pensemos: ¿qué hacemos cuando una tela está llena de polvo y suciedad?, la sacudimos, cuando algo está sucio, lo lavamos, cuando hay tierrita la soplamos... la tierra está haciendo eso, Gaia nos está limpiando, purificando, ayudando a sacudir y soltar lo que aún nos cuesta dejar ir, como viejas creencias, patrones de conducta que ya no necesitamos pero que por necedad seguimos sosteniendo. Es hora de despertar en masa, ya no uno, ni 10, sino miles, millones. Ya es hora de conectarnos con lo que es real, con lo que de verdad importa...
Cuando estas cosas pasan, sale a relucir nuestro lado amoroso, nos solidarizamos, ayudamos y damos, aunque no conozcamos a quien tiene necesidad. Abrimos nuestro corazón, nuestra casa, ofrecemos ayuda y nos unimos, desde la oración hasta el apoyo solidario.
Eso es lo que debemos comenzar a hacer, no necesitamos que pasen estas cosas. Aunque no lo creamos, podemos siempre hacer mucho, como tender una mano al que lo necesita y cuidarnos entre todos, no volvernos individualistas sino comunitarios y, principalmente, agradecer.
Demos gracias los que estamos bien por estarlo, valoremos todo lo que tenemos, en vez de ver lo que nos falta, conectémonos todos los días con algo que nos genere placer, risa, alegría para nosotros y para, de esa manera, contagiar a los demás. La risa, la alegría, elevan la vibración, elevan nuestra conciencia, nos conectan con una energía más sutil... y si muchos hacemos esto, este planeta tendrá cada día más y más seres vibrando en esa frecuencia y esa misma la vibrará Gaia.
Eso es lo que nos pide a gritos. Yo decido escuchar y actuar. Tú, ¿qué vas a hacer?
Sugerencia: no veas imágenes de sufrimiento y dolor. Si puedes ayudar con algo, hazlo; si no, envía mucha luz y mucho amor a esas zonas. Concentrémonos en eso, y seguro veremos muchos cambios para bien.
Gasshó.
Terapeuta Verónica Onofri, certificada en Japón por la Oki-do International Association, Traditional Reiki Master, terapeuta floral, canalizadora de Registros Akáshicos, ADN del Alma y Seres de Luz de muy Alta Vibración. Para saber más de ella y Oki-do entra aquí.