El metabolismo es el proceso de reacciones químicas en el cuerpo que se encarga de aprovechar los nutrientes recibidos de los alimentos, así como de quemar las grasas para convertirlas en energía. Aun cuando el cuerpo se encuentra en estado de reposo y sin actividad física, se están quemando calorías. La manera de definir si una persona tiene un metabolismo rápido o lento es midiendo la cantidad de energía quemada en ese estado de reposo.

Cuando alguien quema mucha menos energía que el estándar normal, se puede decir que tiene un metabolismo lento. ¿Y cuáles son las consecuencias de eso? Básicamente, el cuerpo está usando menos calorías que las que recibe; por lo tanto, es muy probable que las grasas se acumulen y el riesgo de sobrepeso y obesidad sea más elevado.

Las causas de un metabolismo lento son diversas; entre las más destacables se encuentran:

- Intolerancia o alergia a ciertos alimentos

- Malas prácticas alimenticias, como comer demasiado rápido, no beber agua y no hacer prácticamente nada de ejercicio.

- Hipotiroidismo, es decir, una enfermedad de la glándula tiroides que se trata mediante intervención médica.

Existen maneras de identificar si tu metabolismo es lento:

- Subes de peso rápidamente y te cuesta mucho trabajo perderlo aunque tengas una rutina de ejercicio.

- Sientes inflamación constante en el vientre, con mucha producción de gases.

- Experimentas desequilibrio a nivel hormonal, que puede manifestarse en resequedad de la piel, adelgazamiento de cabello (o incluso caída), aumentos de tu temperatura corporal (bochornos) y enfriamiento anormal de tus manos y pies.

- Haz tenido citas en el médico por problemas con tus niveles de azúcar (hipoglucemia).

¿Es posible acelerar el metabolismo de manera natural y segura?

La mejor forma de ayudar a nuestro organismo cuando tiene un metabolismo lento es mediante una dieta adecuada y la práctica de ejercicio de alta intensidad diariamente, al menos por 30 minutos. También, evitar las grasas saturadas, azúcares refinados y procurar sustituir las tres comidas al día por cinco o seis de menor proporción, además de incluir bastantes cítricos, lácteos y bebidas ricas en cafeína, ya que estos alimentos ayudan a aumentar la velocidad metabólica. En resumen, se trata de mantener hábitos saludables, pero para tener una certeza sobre lo que te lleva a ganar peso rápidamente sin poder perderlo, lo más recomendable es consultar a un nutriólogo para obtener un plan de dieta especialmente diseñado para ti.