Existen dos dudas constantes entre la teína y la cafeína; una es sobre si son sustancias diferentes o no, y otra, sobre sus efectos en el cuerpo. Por fortuna, ambas preguntas tienen su respuesta clara.

En esencia, la diferencia principal entre estas dos sustancias es que la teína es propia de los tés e infusiones, y la cafeína del café y sólo ciertos tés y otros productos adicionados específicamente con ella, como bebidas energéticas o ciertos cereales recomendados para el desayuno. La segunda diferencia es que aunque comparten toda su composición química, la cafeína es un alcaloide y la teína un aminoácido.

La teína y la cafeína son la misma molécula. El dato medular a saber es que esta molécula cambia su nombre de acuerdo a la bebida que la contiene: cafeína en el café, guaranina en el guaraná, teína en el té y mateína en el mate.

Sus efectos en el cuerpo son un poco distintos, debido a las maneras en que se combinan con el resto de los elementos de las bebidas y sus moléculas.

Teína

- Se disuelve más rápido en el agua caliente.

- Tiene propiedades relajantes y reduce el estrés.

- El alto contenido de antioxidantes de las plantas del té hacen que la teína se absorba más lento que la cafeína.

- Sólo está presente en tres tipos específicos de té: blanco, verde y negro.

- Los tés frutales no contienen teína, a menos que se les añada.

- El té contiene polifenoles que actúan como freno a la acción de la teína, así que su efecto es mucho más lento que en el caso del café.

Cafeína

- Se mantiene activa aun en agua muy caliente.

- Tiene rápidas propiedades estimulantes del sistema nervioso central.

- Si se eleva su dosis, produce efectos psicoactivos.

- Es de absorción mucho más rápida que el té y sus efectos duran menos.

- Dos tazas de té contienen la misma cantidad de este alcaloide que una taza de café.

- Permite una actividad neuronal más rápida y una mayor agudeza creativa.

Ahora ya lo sabes: las diferencias son reconocibles a pesar de que se trata de la misma sustancia en diferente “presentación”. En este, como en todos los casos donde consumimos estimulantes, lo más importante es hacerlo de manera consciente y sin abusar de sus efectos. Tu cuerpo lo agradecerá.