Mucho se debate sobre las ventajas y desventajas de distintos tipos de dietas. Lo cierto es que la evidencia de que el consumo de carne es dañino para la salud crece con cada investigación. En un estudio reciente a cargo del Instituto Nacional del Cáncer en Maryland, se monitorearon los hábitos alimenticios de un total de 536,000 hombres y mujeres con edades entre 50 y 71 años, por un período de 16 años. La investigación se enfocó en determinar la correlación entre el consumo de carne roja (procesada y no procesada) y el incremento de muertes por nueve distintos padecimientos.
Los resultados, publicados en el British Medical Journal, revelaron que la gente que comía más carne roja era 26% más propensa a fallecer de cáncer, enfermedades cardiacas, infartos, diabetes, infecciones o enfermedades de los riñones o de los pulmones, que aquellos que consumían menos o nada. El hierro hemo, presente sólo en la proteína animal (no únicamente la carne roja), probablemente sea el responsable de contribuir a aumentar el riesgo de contraer estos padecimientos.
Se ha demostrado que la ingesta elevada de hierro hemo está asociada al cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Los nitratos y nitritos se agregan a la carne en el proceso de curado de la misma. Algunos investigadores han encontrado que los nitratos provenientes de ciertos vegetales son beneficiosos para la salud cardiovascular. Sin embargo, los que provienen de la carne procesada pueden tener el efecto contrario, además de aumentar el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer.
En otro estudio, llevado a cabo por la Clínica Mayo, se llegó a conclusiones similares, por lo cual los autores sugieren llevar una dieta basada en plantas:
De acuerdo a los hallazgos, los científicos del estudio recomiendan que los doctores motiven a sus pacientes a limitar su consumo de productos de origen animal lo más que puedan, y que sustituyan la carne con alternativas vegetales.
Afortunadamente, México puede presumir de ser el país latinoamericano con mayor porcentaje de población (20%) que se define como vegetariana o vegana. Esto nos habla de que cada vez hay más conciencia respecto a las consecuencias de comer animales y productos que se derivan de ellos. Eso sin contar con el enorme impacto ambiental que implica criar ganado y sus efectos en el calentamiento global, y la creciente visibilización que muestra la realidad de la crueldad que sufren los animales.
Muchas de las compañías más importantes en la industria alimentaria apuestan por el cambio hacia la proteína vegetal y afirman que ahí es donde está el futuro. Según la Asociación Americana de Dietética (ADA), una dieta vegetariana correctamente planeada es apta para todas las etapas de la vida, como la niñez, el embarazo y la lactancia. Hay muchísimas recetas deliciosas y con una gran variedad de ingredientes que puedes probar, incluso si te consideras carnívoro. Hazlo por tu salud.