Fue nombrada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y es una de las formas de alimentación más saludables. La dieta mediterránea se basa en comer menos carne y más pescado, vegetales, frutas, legumbres, frutos secos y aceite de oliva.
Muchos estudios la han relacionado con una vida más larga y menos padecimientos cardiacos. Sin embargo, sólo algunas investigaciones han evaluado su impacto en la degeneración macular relacionada con la edad (AMD, por sus siglas en inglés). Se ha encontrado que este tipo de alimentación puede ayudar con algunos tipos de AMD y sólo en ciertas etapas de la enfermedad.
Si se combinan dichas investigaciones con estudios más recientes, emerge una imagen muy clara. La dieta mediterránea tiene el potencial de prevenir la ceguera. La degeneración macular resulta en la pérdida de visión central, que es crucial para las actividades cotidianas más simples. Por ejemplo, ver caras, manejar, leer y escribir.
Otras conclusiones de un estudio conducido por la Asociación Americana de Oftalmología apuntan a que los componentes de la dieta mediterránea por separado no reducen el riesgo de sufrir de este padecimiento, sino que son todos ellos en conjunto lo que contribuye a reducir el riesgo de tener degeneración macular relacionada con la edad.
Decálogo para adoptar esta alimentación según la Fundación Dieta Mediterránea:
Con información de Science Daily