Lograr que tus niños coman alimentos nutritivos no siempre es fácil, pero las frutas como naranjas, mandarinas y otros cítricos dulces suelen venderse bien ante sus ojos. Estos jugosos productos de la naturaleza tienen la capacidad de satisfacer sus antojos dulces sin toda esa azúcar procesada que contienen los refrescos y golosinas en general. Además, los frutos cítricos brindan vitaminas y minerales claves en el desarrollo de los más pequeños.
Cuando elijas cuáles frutas darle a tus hijos, ten en mente qué tanto consumirán de cada una. Por ejemplo, es probable que se terminen una naranja o una mandarina, pero no un limón.
Algunas razones por las que estos alimentos contribuyen a la salud de los niños:
- Vitamina C. La vitamina C es un antioxidante muy potente. Una sola naranja contiene 150% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina. Los protege de gripes y enfermedades respiratorias porque fortalece su sistema inmune. También ayuda con la síntesis de colágeno, lo que resulta en una piel muy sana y la habilidad para regenerar tejidos rápidamente.
- Potasio. Este mineral es un gran aliado para bajar la presión sanguínea. Si en los adultos se recomienda ampliamente su consumo para evitar padecimientos cardiovasculares, en los pequeños hace maravillas por su salud desde temprana edad.
- Fibra soluble. La fibra juega un papel relevante a la hora de prevenir problemas digestivos, como inflamación, diarrea o estreñimiento. También ayuda a que se sientan más llenos por más tiempo, lo que evita el sobrepeso. Aunque muchas frutas contienen fibra, no es soluble. El caso de los cítricos es especial, pues incluso reduce el colesterol.
- Flavonoides. Los cítricos contienen más de 50 de estos compuestos antioxidantes, que son de gran ayuda para combatir la inflamación, proteger del cáncer y salvaguardar el cerebro. También son amables con el corazón, pues estabilizan los niveles de glucosa y bajan los triglicéridos.
- No suben el nivel de azúcar. Gracias a la fibra presente en los cítricos, el azúcar se absorbe lentamente, así que no debes temer el "sugar rush" que causan las bebidas azucaradas y los dulces. Tener equilibrado el nivel de glucosa en la sangre previene problemas del corazón y un aumento innecesario de peso en tus hijos.
- Son fáciles de comer. Pocas comidas lucen tan apetitosas como una mandarina o naranja partida en cuatro y lista para ingerir. No tendrás que hacer mucho esfuerzo para que tu niño disfrute de ellas.
- Hidratan. Muchas veces, es complicado lograr que los más jóvenes de la familia beban agua natural. Los cítricos pueden ser de gran ayuda, pues son 90% agua. Otra opción es cortar algunas rebanadas de naranja y ponerlas en una jarra con agua. Así tendrá algo de sabor y será mucho más sencillo mantenerlos bien hidratados.
- Son más saludables que un jugo. Aunque también tienen vitaminas y minerales, los jugos no contienen la fibra de las frutas. Por otro lado, un consumo excesivo de jugos frutales puede representar demasiada azúcar y calorías. No es fácil que un niño se coma cinco naranjas pero, por ejemplo, sí es muy factible que tome varios jugos de esta fruta.
Con información de Fatherly