Cuando por fin decides llevar una vida saludable y vas al supermercado para llenar la despensa con los productos adecuados para una nueva vida, te encuentras con un freno: las posibilidades son infinitas. ¿Cómo elegir las ideales para una tener una dieta equilibrada? Hacerlo no es tarea fácil, por lo que es importante ir con tiempo para conocer la variedad de productos y leer sus etiquetas.
Según expertos de la Federación Mexicana de Diabetes, A. C., la información que brindan los productos a través de su etiquetado es muy relevante, ya que contiene los detalles indispensables para que los consumidores tomen una decisión de compra con una dieta saludable en mente.
El nutriólogo Arturo Sánchez Loeza explica que el etiquetado nutrimental está contenido en diferentes leyes para la venta de productos alimenticios envasados, ya sea nacionales o extranjeros. Incluso, han existido varios cambios para su presentación.
“Todo etiquetado debe contener datos del contenido de kilocalorías (energía) que ese producto proporciona al ser consumido, los ingredientes con los que fue elaborado y proporciones de macronutrimentos (proteínas, azúcares, grasas) y micronutrimentos (vitaminas, sodio y otros minerales)”, comenta el especialista.
Tomar una decisión de consumo según el etiquetado no es difícil, sólo necesitas comenzar con esta práctica y eventualmente lo harás de manera natural. Toma estos consejos como una guía a la hora de enfrentarte a la gran cantidad de opciones en el supermercado:
1. Encuentra el listado de ingredientes
En los productos empaquetados, ya sea en un costado o en la parte posterior, aparecerá con letras pequeñas un listado con todos los ingredientes que conforman el alimento, sus materias primas y sus aditivos como colorantes, saborizantes y conservadores, en orden descendente (aquel ingrediente que se encuentre en mayor proporción será la primera mención).
Por ejemplo, en una crema de avellanas, la lista de ingredientes incluye azúcar, aceite vegetal, leche descremada, avellanas y cocoa. En este caso el azúcar es el ingrediente con mayor proporción en la crema de avellanas, seguido del aceite vegetal.
2. Revisa la tabla nutrimental
En la parte posterior del producto se encuentra la tabla nutrimental y, desde 2015, en México, en el etiquetado frontal deben aparecer los siguientes elementos: contenido energético por porción expresado en calorías o kilocalorías, grasas saturadas, otras grasas, azucares totales y sodio.
Generalmente el etiquetado muestra varias porciones que conforman la totalidad del producto; por ejemplo, si por cada porción aporta 200 kilocalorías, si en un paquete hay cuatro porciones, el total de kilocalorías es de 800 kilocalorías. Mucho ojo con esto último: tienes que multiplicar por el número de porciones; no te confíes.
3. Descripción del producto
Existen declaraciones especiales en el etiquetado en donde se te vende un determinado producto como bajo en sodio, light o reducido en grasa o azúcar. Un producto reducido es cuando el contenido de ese nutrimento es por lo menos un 25% menor en relación con el contenido de su producto original o de su similar.
Cuando se trata de productos sin calorías, debe ser menor a 5 calorías por porción. En productos sin grasa y sin azúcar, debe ser menor a 0.5 gramos por porción de estos nutrimentos, mientras que en los libres en sodio debe ser menor a 5 mg por porción.
También es importante que revises, cuando se trata de productos sin azúcar, con qué están endulzados. Debe ser un endulzante no calórico, por ejemplo, sacarina, aspartamo, sucralosa, acesulfame k, neotame o stevia.
4. Los sellos
Con el nuevo etiquetado, vigente en México desde octubre de 2020, es posible estar alerta respecto del exceso de azúcares, grasas saturadas, grasas trans, sodio o calorías. Por cada elemento de estos que esté presente verás un octágono negro, que indicará el exceso de los llamados nutrientes críticos, según las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El nuevo etiquetado también puede contener leyendas como “Contiene cafeína, evitar en niños” y “Contiene edulcorantes, no recomendable en niños”.
Sánchez Loeza afirma:
En la actualidad, el nuevo etiquetado frontal es resultado del esfuerzo de un grupo de expertos que trabajaron en la elaboración de esta herramienta que pretende conocer si el contenido (en términos de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio) rebasa los niveles adecuados para mantener la salud; es decir, facilitará a los(as) consumidores(as) para la toma consciente de decisiones, a fin de reducir los niveles de sobrepeso y obesidad, así como las complicaciones (cáncer, hipertensión, enfermedades cardiovasculares) derivadas del exceso de peso y malos hábitos alimenticios.
Por ello, la Federación Mexicana de Diabetes, A. C. te recuerda la importancia de interpretar de forma correcta el etiquetado nutrimental presente en los diversos productos empaquetados; con esto podrás tomar decisiones mejor orientadas y cuidar tu salud.
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