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¿Es mejor comer pan tostado o sin tostar?

Febrero 22, 2021

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  • Ventajas y desventajas del pan tostado y sin tostar

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El pan es uno de los alimentos más presentes en la dieta de los mexicanos. A veces se consume fresco y otras, tostado; se usa para preparar sándwiches, tortas o bocadillos, para comerlo en el desayuno con diversos toppings y para acompañar todo tipo de platillos en la comida o la cena.

 

Y tú, ¿acostumbras comer el pan tostado o sin tostar? Mientras algunas personas piensan que al tostarlo no engordarán porque reducen su consumo de calorías y es más fácil de digerir, otros piensan que el proceso de tostado le quita sus nutrientes, pero, ¿cuál es la realidad?

 

Además de que su textura crujiente lo hace mucho más apetitoso, a nivel bioquímico hay una serie de reacciones que ocurren cuando el pan fresco pierde su humedad y se vuelve marrón. 

 

De acuerdo con especialistas en nutrición, tostar (y deshidratar) el pan puede aportar algunos beneficios potenciales para la  salud. A la par, es importante aclarar que tostar el pan no mata los nutrientes ni reduce su valor nutricional, pues las vitaminas y los minerales que contiene se mantienen ahí. 

 

Lo que sí es verdad es que el pan tostado tiene un índice glucémico (rapidez con la que un alimento puede elevar el nivel de glucosa en la sangre) ligeramente más bajo que el fresco, porque las reacciones químicas antes mencionadas descomponen los carbohidratos. Sin embargo, esto no quiere decir que si lo tuestas puedas comer más, pues la reducción no es tan grande, así que no hay que abusar.

 

Por otro lado, esas reacciones químicas hacen que los almidones cambien a medida que el nivel de agua del pan disminuye con el calor. La descomposición de estos almidones puede hacer que el pan tostado sea un poco más fácil de digerir para quienes tienen dificultades para procesar las harinas y los carbohidratos.

 

Algo en lo que los especialistas coinciden es en que, más allá de preocuparte por tostar o no el pan, lo verdaderamente importante es el tipo de pan que eliges, pues es mejor consumir panes hechos a base de cereales y granos integrales, que aquellos altamente procesados y hechos con harinas refinadas. 

 

Por último, una recomendación de los expertos es que si te gusta el pan tostado, nunca debes dejarlo quemar, pues además de que tendrá un sabor amargo puede producir problemas de salud.

 

Cuando los alimentos se calientan a altas temperaturas se forma un compuesto potencialmente cancerígeno llamado acrilamida, a partir de los almidones y aminoácidos presentes en los alimentos. Entonces, si tu pan está ligeramente tostado está bien, pero si se carboniza hay más posibilidades de que se haya formado algo de acrilamida.

 

Como conclusión, debido a que su índice glucémico es menor y a que es más fácil de digerir, el pan tostado puede ser la mejor opción, especialmente para quienes cuiden su consumo de carbohidratos o azúcar o para quienes tengan problemas de digestión. 

 

No obstante, lo más importante es el tipo de pan que elijas, por lo que es mejor optar por ingredientes naturales, nutritivos y sin procesar. Por otro lado, la moderación lo es todo, ya que independientemente del tipo de pan que escojas o si lo prefieres fresco o tostado, debes procurar consumirlo en pocas cantidades para evitar problemas de sobrepeso o de glucosa elevada.

 

Foto de portada: Freepik

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