Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
Confucio
Hace millones de años, los dinosaurios quedaron extintos. Esto es parte de la evolución del mundo; cada determinado tiempo, la naturaleza y las especies que habitan en ella se renuevan. No obstante, el mundo parece estar acercándose a algo nunca antes visto: una extinción provocada por una de las especies que la habitan, es decir, el ser humano.
El film Racing Extinction, del director Louie Psihoyos, se estrenó en el Festival de Cine de Sundance en el 2015. Este proyecto fue creado con ayuda de la Fundación Baum, la cual se enfoca en el apoyo a programas de arte, educación y cuidado ambiental. La historia que desarrolla sigue a un grupo de activistas, científicos y artistas en una travesía alrededor del mundo para exponer los problemas del consumo ilegal de especies en peligro de extinción y de los subproductos obtenidos de éstas. La cinta provoca una fuerte sacudida emocional al hablar de temas como amenazas a la biodiversidad, caza furtiva, consumo masivo de los recursos naturales, generación de contaminantes y peligro de extinción de diversas especies.
La película es conmovedora y estremecedora, pero su finalidad no es presentar un futuro oscuro, sino esperanzador. Es una excelente herramienta de generación de conciencia y llamado a la acción.
Aunque ya pasaron algunos años desde que se estrenó en la pantalla grande, si no la has visto, búscala en iTunes, Amazon México y Google Play. Luego, pon en práctica estas sencillas maneras de ayudar a evitar la extinción de las especies que nos rodean y a no permitir que nuestra vida siga estando en riesgo.
Come inteligente para salvar animales
En el restaurante: algunos restaurantes incluyen en su menú platillos exóticos, lujosos y, por ende, muy caros. Lo que no te dicen es que los preparan con animales que están en peligro de extinción, promueven la caza furtiva, se adquieren mediante prácticas violentas o solamente aprovechan una parte del animal, dejándolo mutilado y sin posibilidad de sobrevivir. Algunos de estos platillos incluyen ancas de rana, cabeza de cocodrilo, sopa de aleta de tiburón, carne de caballo, foie gras (paté de hígado de pato o ganso), fugu (pez globo) y más. Pero incluso en un restaurante de comida más comercial puedes hacer una diferencia ayudando a reducir crueldad, matanzas masivas y desperdicios. Por eso, piénsalo dos veces antes de pedir alitas de pollo –tan sólo en Estados Unidos se matan 300 pollos por minuto con fines alimenticios, y aunque quizá el resto del pollo se aproveche, piensa en cuántos pollos deben matarse para preparar una charola de 20 alitas.
Otros alimentos que debes considerar evitar son la langosta (¿en serio hay que explicar por qué es una crueldad hervir un animal vivo?), el cabrito y el lechón… Ah, y cuando te sirvan tu bebida, pídela sin popote.
En el supermercado: compra alimentos con el menor número de empaques posible, productos orgánicos y productos producidos con prácticas responsables y sustentables. Asegúrate de que el atún en lata que adquieras no contenga carne de delfín o tiburón. Para garantizarlo, revisa la etiqueta y asegúrate de que diga pescado con caña o libre de FADs (estructuras flotantes que atraen a los peces). Por último, compra alimentos de temporada y producción local, y no adquieras más de lo que vayas a consumir. Esto reduce la huella de carbono de la industria alimenticia hasta en un 25%.
Adopta hábitos sustentables
Cambia todos los focos de tu casa por LEDs y revisa que los electrodomésticos nuevos que adquieras posean tecnología de ahorro de luz y agua. Si tu economía te lo permite, cambia tu auto por uno eléctrico; mejor aún, utiliza transporte público. Si vas a viajar, acepta la cuota de reducción de huella de carbono que proponen las líneas aéreas, elige hoteles donde tengan programas de reciclaje y no participes en actividades turísticas dañinas para los animales, como rentar lanchas cerca de arrecifes corales o ir de caza deportiva.
Por último, comparte estos contenidos y reúne a tus familiares y amigos para hacer proyecciones caseras de la película Racing Extinction. Antes de que el mundo se cubra de oscuridad, encendamos la vela del cambio. Aún hay tiempo.