Hace años, en la época de tus padres y abuelos, las personas se casaban y tenían hijos muy jóvenes. Aunque actualmente todavía se dan esos casos, ya no son la norma y cada vez más parejas y personas esperan a una edad más madura para tomar esas decisiones que, sin duda, les cambian la vida por completo.
En el pasado, una mujer que llegaba soltera al "tercer piso de la vida" era lo peor, y prácticamente se consideraba que ya se había quedado "para vestir santos". Afortunadamente los tiempos han cambiado y las mujeres de 30 o más son y se sienten jóvenes y llenas de energía, con muchas ganas de vivir y disfrutar, con o sin pareja.
Sin embargo, todavía hay familias y sectores de la sociedad en donde la presión hacia las mujeres para encontrar pareja, casarse y formar una familia es grande. Si este es tu caso y empiezas a sentirte abrumada porque estás por llegar a los 30 o ya te encuentras en esa tercera década y sigues soltera, no te preocupes, pues no hay nada de malo en ello; al contrario, puedes encontrarle grandes ventajas a tu soltería en la edad que tienes.
A los 30 seguro ya tienes un trabajo, un negocio propio o algún emprendimiento, de modo que tu dinero es sólo tuyo. Así, puedes gastarlo, ahorrarlo e invertirlo como mejor te parezca, sin preocuparte por los gastos adicionales que implica una familia. Y aunque es cierto que hay que gastar sabia y responsablemente, sin derrochar, siempre puedes consentirte y darte tus gustos.
¿Te ha pasado que hay amigas que rechazan invitaciones porque ya tienen planes con sus maridos o simplemente porque ellos no quieren ir y ellas no conciben la posibilidad de ir por su cuenta, sin ellos? Bueno, cuando eres soltera eso no es ningún problema, pues puedes hacer todo lo que quieras, sin rendirle cuentas a nadie.
Es cierto que hay parejas muy sanas emocionalmente en las que ambos se sienten con la libertad de salir con sus amistades y realizar actividades en solitario, pero en realidad son las menos. Así que mientras no encuentres una pareja así, ser soltera es lo mejor que te puede pasar.
Cuando empiezas a disfrutar de la vida sin una pareja al lado, te das cuenta de que la felicidad no está en la otra persona sino en ti misma, y que no necesitas tener una relación para ser una persona completa. Entonces empiezas a valorarte más y a valorar esas otras relaciones que a veces el amor termina por opacar y dejar de lado, como tus amigos, tu familia y hasta tus mascotas, y así descubres la gran felicidad que puedes tener por tu cuenta y con todos ellos.
Además, se dice que "el mejor estado del ser humano no es estar enamorado, sino estar tranquilo", y si la soltería te da esa tranquilidad que las relaciones de pareja te han robado en el pasado, disfrútalo y agradécelo.
La vida en pareja es como todo: el hecho de que sea el anhelo y la felicidad de muchos, no necesariamente implica que es lo que hace felices a todos. Quizá descubras que a fin de cuentas la vida en pareja no es para ti, y es válido y está bien. Si la soltería es tu camino, ¡adelante!
Cuando llegas o pasas de los 30 y eres soltera, te vuelves más madura, más segura de ti misma, y adquieres una idea mucho más clara de lo que quieres de la vida y de una relación; así que ya no te va a convencer el primero que llegue y te hable bonito, sino alguien que comparta tu plan de vida, alguien con la misma madurez y claridad, para que ambos puedan apoyarse y crecer juntos. Así dejas de ser conformista, ya no volverás a estar con alguien sólo por evitar la soledad, sino porque se trata de una persona que vale la pena.
En realidad, a los 30 todavía eres joven y puedes aprovechar esta etapa de la vida para convivir con tus amigos que siguen solteros, viajar, conocer lugares y personas nuevas, pasar tiempo contigo, conocerte mejor, aprender a amarte y valorarte y disfrutar de tu familia (en especial de tus padres, pues no sabes en qué momento dejarán de estar contigo, así que demuéstrales tu amor y atesora la mayor cantidad de buenos momentos a su lado).
También puedes aprovechar esta etapa para reflexionar acerca de tus relaciones pasadas y las razones por las que no funcionaron. Sé amable contigo y no te juzgues, pero sé capaz de reconocer en qué fallaste, para que no vuelvas a repetirlo y tu próxima relación sea mejor.
Finalmente, piensa que el amor de pareja no es algo que deba ser presionado o apresurado; así que sé paciente y disfruta de este momento, pues, si quieres una vida en pareja, la persona adecuada para ti llegará cuando estés lista.