La vida en pareja puede volverse aburrida y sentirse como un ciclo infinito de lo mismo, pero aun así, las parejas necesitan cosas de qué hablar. Hay tantos temas para discutir, algunos muy importantes y otros que no tienen relevancia.
Y, por supuesto, hay varios temas que las parejas deben discutir regularmente para mantener su relación feliz y saludable: las finanzas, su vida sexual, su día a día, los problemas que enfrentan. Si bien pueden parecer insignificantes o un poco aburridos, son esenciales para asegurarte de que ambos están en la misma frecuencia.
Los siguientes temas son relevantes para una relación sana y feliz, así que procura hablar de ellos con tu pareja.
Preguntar sobre el día de tu pareja es una manera de decirle que te importa cómo es su vida cuando no estás cerca. Significa que tienes curiosidad sobre su mundo: sus victorias, sus pérdidas, sus anécdotas y hasta su comida.
La clave para que esto se vuelva relevante está en no dejarlo en la simple pregunta: "¿Qué tal estuvo tu día?", sino ir más allá e investigar todo el contexto. Comprende los matices, escucha y cuando te haga la misma pregunta, responde sinceramente y comparte algo más que "Bien, gracias, ¿y el tuyo?". Iniciar una conversación es invitar a tu pareja a tu mundo y, al mismo tiempo, involucrarte en el suyo.
En ocasiones es difícil hablar de sexo, aun con tu pareja sentimental, pero eso necesita cambiar. "Cuando no hablas de sexo, sólo rascas la superficie de las experiencias que podrías tener y la cantidad de placer que podrías experimentar", dice Stella Harris, educadora sexual.
Si no hablas de sexo con tu pareja, no mejorarás en eso, y esto es especialmente importante para quienes tienen hijos. "Los cuerpos cambian, incluso si crees saber lo que siente tu pareja y lo que disfruta, hay una gran posibilidad de después de un tiempo eso cambie", dice Harris. Ése es el momento de hablar sobre hacer cosas nuevas y saber lo que cada uno disfruta (y lo que no) en la intimidad.
Una simple nota, mensaje de texto o cumplido puede hacer mucho por tu relación. Hazle saber al otro tu aprecio y que sus esfuerzos no pasan desapercibidos, esto lo hará sentirse validado, entendido y, sobre todo, amado.
Jonathan Robinson, terapeuta de pareja y autor de un libro sobre la comunicación en parejas, señala que "la correlación número 1 con la felicidad en las parejas es la cantidad de detalles que se hacen mutuamente". Robinson dice que con el paso del tiempo, es común olvidar tener este tipo de detalles. No caigas en este error y sé detallista con tu pareja, sin importar el tiempo que lleven juntos.
Prácticamente nunca habrá una división de trabajo doméstico de 50-50, pero las parejas deben tocar constantemente base sobre quién hace qué en la casa, porque cuando no es así se acumula el resentimiento y una simple queja sobre un plato sucio se convierte en una gigantesca pelea.
Debido a las expectativas sociales, los hombres a menudo carecen de conciencia sobre la cantidad de trabajo que realizan las mujeres en el hogar y con los hijos. Tener conversaciones regulares sobre la división de las tareas y el manejo de éstas es crucial para un matrimonio feliz.
Las relaciones funcionan mejor cuando las finanzas son claras. Deben ser honestos y justos sobre el dinero que utilizan para construir una vida juntos: presupuestos, ahorros, préstamos, ingresos, gastos, etcétera. Es posible hablar de finanzas sin conflictos, recriminaciones o reclamos. Sólo necesitas abordar la conversación con cuidado, usar el tono correcto, concentrarte en los hechos y buscar soluciones.
No discutir con tu pareja es tentador, pero es imposible. Sin embargo, puedes manejar los problemas; el primer paso es platicar sobre aquellos problemas que afectan la relación, pero cuando están amorosos y tranquilos, no sacarlos en medio de una discusión. No esperes a que el detonador del mal humor haga de las suyas, cuando conoces perfectamente los puntos débiles del otro. Aquí, la comunicación clara y asertiva es clave para solucionar los problemas antes de que se vuelvan mayores.
Por otro lado, trata de evitar que las molestias externas contaminen la relación; aunque es bueno quejarse de todo lo que te molesta (en el trabajo, en el tránsito, en la tienda) es importante no vaciar toda tu basura en casa, con tu pareja, porque escuchar tus quejas y bajar la cabeza no le funcionará por mucho tiempo. Recuerda dejar los problemas del trabajo en la oficina, junto con el mal humor que te ocasionan; no te los lleves a casa ni dejes que interfieran en tu dinámica de pareja o familiar.
No hay nada mejor para encender la emoción en ambos que hacer planes a corto y largo plazo. Se trata de hablar sobre cosas que te emocionan: las vacaciones que vienen, la película que te ilusiona ver, pero también se trata de hablar sobre el tipo de vida esperas a su lado, lo que deseas para tu familia a largo plazo.
Sin conversaciones regulares sobre los años venideros, se perderá el bello arte de compartir sueños y lazos sobre algún futuro posible y reluciente. Comparte tus pensamientos sobre el futuro y hagan un plan sobre lo que necesitan para lograrlo; tener metas siempre es importante.
Con información de Fatherly