No importa a qué edad diste tu primer beso y cuántos años de experiencia tengas en los besos, siempre puedes cuestionarte qué tan bien lo haces y estar disponible a mejorar. Hoy puedes comenzar la práctica para convertirte en la persona que mejor besa del mundo (o al menos de tu pareja).
Según un estudio con 1,605 personas en relaciones de al menos dos años, el grado de satisfacción con la pareja (tanto sexual como en general) podría depender no sólo de cuánto amas a la otra persona, sino también de cuánto (y cómo) se besan. Entonces, desarrollar tus habilidades para besar no es sólo una buena idea para los principiantes: todos podemos beneficiarnos de besarnos como si fuera un empleo.
1. Asegúrate de que a tu pareja le guste: Obtener el consentimiento para tu primer beso con alguien puede parecer aburrido, pero honestamente puede ser atractivo. Para algunas personas, esto hará que quieran besarte aún más.
2. Vale la pena repetirlo: intenta vivir el momento: Si, en general, no tienes problemas para perderte en sesiones de besos apasionantes: sigue adelante y sigue haciendo lo que estás haciendo. Pero, invariablemente, a veces otras actividades pueden competir por tu atención, y estar presente al momento del beso puede resultar complicado. Es recomendable prestar atención a lo que puede sentir, oír, ver, oler y saborear, una técnica de conexión a tierra que se emplea comúnmente en la atención plena. Estas prácticas pueden ayudarte a salir de tu cabeza y estar más en sintonía con lo que realmente está sucediendo en el momento.
3. Deja que tus labios permanezcan: Hay de besos a besos, sin duda. El besito en la frente o tronadito para saludarse o despedirse está bien y es una práctica común, pero hay que darse tiempo para los besos largos. Para convertir un buen beso en uno grandioso, el primer paso es alargarlo, tomarse unos segundos de más. Es una oportunidad para sintonizarte con tu pareja, lo que ayuda a mejorar la conexión.
4. No metas tu lengua (no de inmediato): El beso francés es, por supuesto, una de las mejores actividades de la vida, pero debes asegurarte de introducir un poco de lengua en la boca de tu pareja de manera lenta y sensual, a menos que ambos hayan dejado en claro que les gusta una acción más intensa desde el principio. La comunicación siempre es importante.
5. Si te gustan los besos húmedos, comienza con moderación: La humedad en los besos puede ser algo muy íntimo y especial para algunas personas, pero para otras puede ser totalmente desconcertante e incómodo. Es mejor avanzar lentamente, con besos suaves y una ligera caricia con la lengua, se amable. Recuerda, no sabrás si a tu pareja le gusta si no se lo preguntas.
6. Presta atención a otras partes del cuerpo y zonas erógenas: Lo que haces con tus manos a menudo determina qué tan apasionado puede ser un beso. Hay quienes aseguran que las manos son la mitad del beso. Para asegurarte que usas bien las manos, no dudes en preguntar lo que la otra persona desea e igual, señala lo que tú quieres que hagan con las manos. Claro, no siempre es cómodo ni oportuno preguntar si el beso ya comenzó. Así que prueba tomándole del cuello, acariciando su espalda o sus brazos, esos son movimientos agradables y pueden incitar a un beso más sensual. También puedes probar besar otras partes del cuerpo y entender su reacción, como los lóbulos de las orejas o el cuello.
7. Si vas a morder, sé amable: Y sí, claro que se valen las mordidas, pero deben ser suaves y sensuales. A muchas personas les encantan las pequeñas mordidas en los labios, así que si el beso va en esa dirección y disfrutas hacerlo, demuestra a tu pareja ese interés. Controla tu ritmo y siempre debes poner atención en las señales físicas y el lenguaje corporal para descubir si a tu pareja le gusta y permite seguir.
8. Mantén tus labios suaves y tu aliento fresco: No importa cuán excelente sea su técnica de beso, los labios secos y agrietados pueden hacer que la experiencia sea incómoda para ambos. Si no hidratas tus labios, ahora podría ser el momento de empezar. Intenta exfoliar suavemente con una toallita húmeda o un exfoliante labial azucarado y luego aplique una capa gruesa de bálsamo humectante justo antes de acostarte. Si puedes, evitar los alimentos que puedan provocarte mal aliento justo antes de un beso, pero también puedes utilizar algunas pastillas o enjuague buscal para darle un toque fresco y mentolado al acto. Eso siempre se agradece.
El mejor besador es aquel que presta atención a su pareja, está dispuesto a probar tipos de besos que los hagan felices a ambos y tal vez también lleve consigo una reserva de mentas.
Con información de SELF