El perdón es una de las cosas más difíciles, tanto pedir disculpas como darlas, pero sin duda te liberará y podrás seguir con tu camino sin rencores. Existen muchas formas de pedir perdón y por supuesto que también deben venir desde tu corazón y con toda la sinceridad del mundo para que realmente puedan tener un efecto positivo, tanto para ti como para las otras personas.
De acuerdo con la psicóloga Harriet Lerner, existen ciertos puntos a tomar en cuenta para que una disculpa sea realmente sincera. Tómalas en cuenta la próxima vez que quieras pedirle perdón a alguien.
Una disculpa nunca va seguida con la palabra “pero”. Si pones esta palabra dentro de tu disculpa eso quiere decir que tu disculpa no es del todo sincera, sino que es casi una excusa o una crítica.
Debes enfocarte en tus acciones y no en la respuesta de la otra persona. Echarle la culpa a la otra persona no es una manera efectiva de pedir perdón. Debes tomar la responsabilidad de tus acciones y partir de ahí para que puedas disculparte de forma sincera.
Una disculpa verdadera no exagera. Se mantiene enfocada en reconocer los sentimientos de la parte herida sin ensombrecerlos con tu propio dolor o remordimiento.
Nunca busques ver quién fue el culpable de empezar la discusión o cualquier circunstancia que requiera una disculpa. Ten el valor de aceptar tus errores en lo que pasó y deja que la otra persona se responsabilice por lo suyo.
Si te disculpas, es porque harás las cosas de diferente manera la próxima vez. ¿Cuántas veces te han pedido perdón para después hacer lo mismo y generarte más problemas? Una disculpa debe ir seguida por una acción de cambio y mejoramiento.
No se debe ofrecer una verdadera disculpa para sentirse mejor si se corre el riesgo de hacer que la parte perjudicada se sienta peor. No todas las disculpas son bienvenidas. Enmendar las cosas puede ser parte de tu proceso de sanación, pero encuentra otra manera de sanar si la otra persona no quiere saber nada de ti.
En ocasiones, puede que una simple disculpa no sirva de mucho. Si heriste a alguien, debes reconocer lo que hiciste y realmente trabajar para generar un cambio de actitud hacia esa persona. Por otro lado, si eres tú quien necesita una disculpa de otra persona, puedes platicarlo y decirle cómo te sentiste. Nunca te quedes callado, pero no lo hagas de forma reactiva, platícalo y trata de llegar a un acuerdo, sin agresiones.