Cuando una relación termina, existe un periodo en el que solemos creer que no es definitivo. Muchas parejas rompen tras una discusión y después se reconcilian. Esa expectativa puede prolongar nuestro periodo de duelo y recuperación, por lo que el primer paso para superar una ruptura es aceptar que es definitiva. Este punto a veces nos toma mucho tiempo pero podemos saber que ya estamos ahí cuando la comunicación con nuestro ex ha cesado, es decir, cuando ha dejado de respondernos o de buscarnos.
Ahora bien, ¿qué pasa una vez que has aceptado que tu separación es permanente?; ¿cómo volver a tu vida? Estos cinco pasos te ayudarán a lograrlo sin sufrir.
1. Elimina tu necesidad de obtener respuestas o explicaciones
Esta es la principal situación que no nos permite avanzar después de una ruptura; siempre queremos saber qué pasó, por qué la otra persona tomó las decisiones que tomó, qué hicimos o qué no hicimos, qué hubiéramos podido hacer, etc. La angustia que nos ocasiona la necesidad de respuestas obstaculiza nuestro proceso de duelo y sanación; el primer paso es aceptar que ya pasó, que no hay respuestas, que quizá nunca las haya. Esto es muy difícil porque significa soltar una dependencia emocional, pero es posible. No hay nada que explicar. No hay nada que entender. Hay mucho que aceptar.
2. Negarte a hablarlo con tus amigos y familiares
Esta es una forma de mantener la ilusión de que el rompimiento aún no es oficial porque aún no es público. Sin embargo, no decírselo a tus amigos o a tu familia lo único que ocasionará es que pases estos momentos de dolor sin su apoyo. Y su apoyo es muy importante para tu recuperación. Sal de la negación y busca el soporte emocional de los tuyos; verás que te sientes mejor después de hacerlo.
3. Tratar de "quedar como amigos"
No puedes ser amigo de una persona que te rompió el corazón, no importa cuánto cariño exista de por medio. Tampoco tienes que ser su enemigo. Los amigos y enemigos tienen un vínculo emocional con nosotros, que después de la ruptura no es sano mantener con una ex pareja. Quizá cuando pase el tiempo y ambos lo hayan superado pueden intentarlo, pero mientras dure el periodo de duelo, lo mejor es darse espacio.
4. Buscar la manera de "vengarte"
Muchas veces nuestro ego se interpone en nuestro proceso de sanación, haciéndonos creer que dañando de alguna forma a nuestra ex pareja nos sentiremos mejor. No se trata de un daño físico sino, por ejemplo, de difamarla, compartir imágenes o información confidencial que nos confió, tratar de darle celos saliendo con otra persona, etc. La realidad es que ninguna de estas acciones nos ayudará a sanar; por el contrario, nos impedirán alcanzar la paz interior que necesitamos. Dejar ir a una persona de nuestras vidas significa dejar ir todos los agravios; el rencor es como un ácido corrosivo y tarde o temprano terminará destruyendo a quien lo contiene.
5. Albergar falsas esperanzas
Puede ser que no busques explicaciones, que le des espacio a tu ex pareja y no intentes que sean amigos de inmediato, que no le guardes rencor y que aun así sigas sufriendo tras la ruptura. Esto muy probablemente se debe a que guardas la esperanza de que las cosas se solucionen y ustedes vuelvan a estar juntos. Quizá te resulte muy dolorosa esta afirmación, pero es casi seguro que eso no va a pasar. El porcentaje de parejas que terminan y vuelven para quedarse juntas es bajísimo. Las que lo hacen duran muy poco antes de volver a separarse. Necesitas soltar, para tener los brazos libres para abrazar lo que viene.
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