Los juguetes sexuales pueden darle un giro interesante y divertido a los juegos eróticos y sexuales con tu pareja, pues ayudan a salir de la rutina, a dar variedad a los encuentros y a experimentar nuevas sensaciones que te ayudan a conocer mejor el placer de tu cuerpo y el de tu pareja.

 

Pero después de la diversión, es muy importante ser responsables con la higiene de los juguetes sexuales. ¿Por qué la limpieza es tan importante? Principalmente porque muchos de estos productos entran en contacto directo con la piel de la vulva y el pene, e incluso con el interior de la vagina o el ano (todas ellas, áreas de piel sensible que son susceptibles a infecciones). 

 

Esto significa que las bacterias, la suciedad, el esperma e incluso los organismos microscópicos responsables de las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden acumularse en la superficie de un juguete sexual, por lo que un juguete sexual sucio puede introducir gérmenes y bacterias que pueden ocasionar desde irritación y comezón hasta infecciones y enfermedades más serias. 

 

Por lo tanto, limpiarlos es absolutamente necesario. Los juguetes sexuales se deben lavar y desinfectar después de cada uso, con el fin de prevenir infecciones ocasionadas por los gérmenes y bacterias que pueden albergar si los guardas sucios o si no los limpias adecuadamente.

 

A veces también es necesario limpiarlos o lavarlos antes de utilizarlos, como en el caso de los que se introducen al ano o la vagina y que tienen contacto con la vulva y el pene. Esto se debe a que, aunque estén en su caja, pueden estar en contacto con polvo, bacterias, pelusa y otros materiales que podrían afectar y ocasionar infecciones o malestar.

 

¿De qué material está hecho el juguete?

Para empezar, debes tomar en cuenta el material del que tu juguete está hecho. Si bien los materiales utilizados son diversos, generalmente se dividen en dos categorías: porosos y no porosos. 

 

Los materiales porosos típicamente incluyen tela, cuero, madera, piedra, plástico duro y caucho, incluido caucho termoplástico (TPR), elastómero termoplástico (TRE) y caucho gelatinoso. Los materiales no porosos generalmente incluyen silicón, metal y vidrio y, por lo general, son más fáciles de limpiar a fondo.

 

En el caso del silicón, el de grado médico no es poroso, aunque otras variedades sí pueden serlo. Consulta la etiqueta o el sitio web del fabricante para conocer el material exacto del que está hecho.

 

Los materiales porosos contienen orificios microscópicos y pueden ser más propensos a albergar bacterias que los no porosos, lo que puede provocar un desequilibrio en el microbioma vaginal, lo cual aumenta el riesgo de infecciones vaginales y urinarias.

 

Los materiales porosos son más propensos a albergar bacterias, incluso después de limpiarlos y secarlos. Por esta razón, si tu juguete es de este tipo de material, y sobre todo si es de los que se introducen en el ano o la vagina, lo ideal, además de lavarlo muy bien, es usarlo siempre con un condón. 

 

Además, es importante que los juguetes sean de uso personal y exclusivo, pues compartirlos incrementa el riesgo de contraer o contagiar enfermedades e infecciones. Si la pareja es de dos personas del mismo sexo, ya que ambos pueden usar el mismo tipo de productos, lo mejor es que cada uno tenga sus juguetes y eviten compartirlos.

 

Finalmente, el almacenamiento adecuado de los juguetes sexuales es tan importante como limpiarlos bien. Guárdalos siempre en un lugar seguro e higiénico, que podría ser tan simple como la caja en la que venían originalmente. Si ya no tienes el empaque original, los recipientes de almacenamiento de vidrio, así como las bolsas de seda o satín, también funcionan bien. 

 

¿Cómo limpiar adecuadamente los juguetes sexuales?

Todos pueden lavarse con jabón suave, neutro de preferencia para evitar desequilibrar el pH, y agua fría o tibia. Pero algunos incluso pueden hervirse, gracias a la resistencia de sus materiales, lo cual ayuda a darles una limpieza más profunda y a desinfectarlos. Además, es importante que los seques muy bien antes de guardarlos, con ayuda de un trapo limpio que no deje pelusa.

 

Silicón de grado médico: Lava con un jabón suave (neutro, de preferencia) y agua tibia o con un paño húmedo y jabón. Si hay piezas extraíbles asegúrate de lavarlas por separado y retirar las que no deban mojarse, como las pilas. Si el producto no está motorizado, también se puede colocar en agua hirviendo para una limpieza más profunda.

 

Metal y vidrio Pyrex: Los metales como el acero inoxidable de grado médico no son porosos, al igual que el vidrio de borosilicato (también conocido como vidrio Pyrex) y algunos otros tipos de vidrio. Para un lavado regular, limpia el juguete con un jabón suave y agua tibia. Si el producto está etiquetado como resistente al agua caliente y no está motorizado, puedes ponerlo a hervir en agua durante 3 o 4 minutos para desinfectarlo.

 

Cristal, piedra y vidrio sin Pyrex: Estos materiales son generalmente porosos, a menos de que estén sellados de una manera específica. Los puedes limpiar con un jabón suave y agua tibia o un paño húmedo con jabón. El cristal y el vidrio sin Pyrex también son más delicados para calentar y no deben colocarse en agua hirviendo.

 

Madera: Puedes limpiarlos con un jabón suave y agua tibia o un paño húmedo con jabón. Los juguetes sexuales de madera a menudo están sellados con un acabado de grado médico que los hace no porosos, pero si no lo están, pueden acumularse muchas bacterias. Piensa en cuando limpias una tabla de madera para picar alimentos; ya que pueden quedar residuos, lo ideal es usar este tipo de juguetes acompañados de un condón.

 

Cyberskin y vinilo: Cyberskin es un material suave que simula la textura de la piel. Estos materiales se pueden limpiar con una pequeña cantidad de jabón suave, ya que demasiado puede degradar el producto. Si se trata de un masturbador masculino, hay que darle la vuelta (como un calcetín) para limpiarlo muy bien y llegar a todos los rincones y grietas.

 

Plásticos y caucho (incluidos TPR, TPE y jaleas): El elastómero termoplástico (TPR), el caucho termoplástico (TPE), el caucho gelatinoso y otros plásticos son todos materiales comunes que se utilizan para los juguetes sexuales, y todos son porosos. Los puedes lavar con agua tibia y jabón suave, y para limpiar bien las grietas y texturas irregulares puedes ayudarte de un cepillo de dientes nuevo que dediques sólo para este fin (si ya lo usaste para los dientes, puede tener bacterias). 

 

Cloruro de polivinilo (PVC): El PVC se puede limpiar con agua y un jabón suave, de manera similar a los otros materiales. Sin embargo, el PVC, un material que se utiliza para hacer que los plásticos sean más flexibles, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), es una fuente importante de ftalatos. Si bien se necesita más investigación, los CDC dicen que este grupo de químicos puede ser dañino para la salud humana y reproductiva, por lo que es recomendable evitar los juguetes sexuales hechos con este material.

 

Nylon: Se suele usar para productos como arneses y otros accesorios utilizados en las prácticas de bondage y BDSM. Estos productos se pueden lavar en la lavadora (siempre que no estén motorizados) o a mano con un detergente suave y agua tibia, y luego colgar para secar.

 

Cuero: El cuero también se usa a menudo para los productos de bondage y BDSM. El cuero es un material extremadamente poroso y puede ser difícil de limpiar. Con un paño húmedo y jabón, limpia bien el accesorio y déjalo secar al aire. Asegúrate de limpiar cada rincón y grieta, incluidas las costuras.

 

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