En primer lugar, la meditación sexual no es un término muy utilizado por los expertos en la materia. Se refieren a la atención y la meditación más ampliamente, el estudio de cómo las prácticas se aplican al sexo.
Terminología aparte, la idea es llevar las habilidades del mindfulness a un contexto sexual, como explica Lori Brotto, PhD, directora del Laboratorio de Salud Sexual de la Universidad de British Columbia.
Hasta este punto, la meditación sexual puede ser muchas cosas diferentes; puede referirse simplemente a una práctica general de mindfulness o meditación, un enfoque más consciente del sexo mientras estás en el momento, ejercicios para la pareja que tienen componentes sexuales y de atención plena, o un trabajo específico de mindfulness que podría tener un resultado particular durante el sexo.
El mindfluness (o atención plena) para las relaciones sexuales tiene diferentes beneficios:
- Reduce el estrés y, como consecuencia, tendrás mucho más placer en el acto.
- Te enseña a enfocarte en el presente, a realmente disfrutar del momento.
- Puede incrementar tu libido.
- Te puede conectar mucho más con tu pareja.
- El sexo se sentirá como algo fresco.
- Es una práctica de meditación sexual.
Por sí solo o con tu pareja, hay múltiples formas de adquirir una práctica de meditación o de atención sexual. Aquí hay algunas formas que los expertos sugieren para empezar:
- Comienza con una simple práctica de mindfulness diaria.
- Una vez que ya tengas un poco de experiencia, dile a tu pareja que se sume a esta actividad contigo. Mediten juntos y sientan el cuerpo de cada uno mientras lo hacen.
- Concéntrate en los puntos de contacto entre tú y tu pareja; en factores como la textura, la presión y la temperatura, cosas que también puedes captar en los momentos sexuales.
- Abre tus ojos mientras meditas y hazlo también durante el sexo.
- Pon en práctica el ejercicio de contacto visual en todo momento; besar con los ojos abiertos, acariciar a tu pareja, etcétera.
- Prueben una sesión de sexo “lento”. Es decir, disfruten de cada momento, no apresuren las cosas, realmente concéntrense en todo lo que hacen: tocar, besar, acariciar, los olores, sabores y todo lo que conlleva el acto sexual.