El VPH es el virus del papiloma humano, muy conocido entre las personas con una vida sexual activa. ¿Sabes por qué ha aumentado tanto su popularidad? Para empezar, por la frecuencia con la que se presenta en las mujeres: ocho de cada 10 mujeres con vida sexual activa han estado en contacto con el virus del papiloma humano.
Sin embargo, de estas ocho de cada 10 mujeres que entran en contacto con el VPH, no todas manifiestan síntomas, y muchas veces se curan del virus por cuenta propia sin siquiera saber que alguna vez estuvieron infectadas. Esto sucede porque el VPH tiene muchos tipos, y son muy distintos entre sí.
Para empezar, el VPH se divide en dos clases: de grado alto y de grado bajo. Los tipos de VPH de grado bajo suelen manifestarse mediante verrugas en el cuerpo y con el tiempo pueden quitarse solos, de la misma manera en que el cuerpo combate al virus de la gripa, por ejemplo. Pero por otro lado, cuando el VPH es de grado alto, existe el riesgo de que desarrollar cáncer y muchas veces no manifiesta síntomas físicos. Por eso es tan importante acudir a una cita con el ginecólogo por lo menos una vez al año, ya que ahí podrán detectar la presencia de VPH a tiempo para curarlo mediante estudios como la colposcopía y papanicolau.
Una vez identificada la presencia del virus, existen soluciones. Puede realizarse una crioterapia o esperar a que el cuerpo combata el virus. Todo depende del tipo de VPH. Además, la vacuna contra el VPH también sirve. Es recomendable aplicarla antes de iniciar la vida sexual, entre los 9 y 12 años de edad, y debe aplicarse tanto en hombres como en mujeres porque los hombres –aunque no manifiestan síntomas– son portadores y pueden contagiar.
Toda la información de este texto es cortesía de la doctora Anais Gabriela Reyes Navarro, ginecóloga experta en colposcopía y médico de Doctoralia que puedes contactar aquí.