En el marco del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora el 10 de octubre, expertos en la materia enfatizan la importancia de cuidar de ella y brindan algunas recomendaciones para hacerlo, ya que esto debería ser una prioridad para poder mantener un bienestar general.
De acuerdo con el estudio “Salud mental de los mexicanos durante la pandemia de Covid-19”, realizado por la Academia Nacional de Medicina de México, las patologías más prevalentes en los mexicanos son depresión (36.3%) y ansiedad (37.7%).
Además, al ser el país con la jornada laboral más extensa –con 2 mil 257 horas por año, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)–, a lo que se suman las responsabilidades personales y el estrés ocasionado por el acelerado ritmo de vida actual, la gran pregunta es: ¿cómo podemos mejorar la salud mental todos los días ante este escenario?
Al respecto, la psicóloga Kia-Rai Prewitt, especialista de Cleveland Clinic, comparte algunos datos importantes acerca de las formas en que podemos mejorar nuestra salud mental cotidiana todos los días.
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“Existe una gran variedad de enfermedades médicas que dan como resultado trastornos mentales claramente identificados y a los que se han denominado secundarios. Son numerosas las enfermedades médicas que generan trastornos mentales en individuos susceptibles, entre éstas predominan las endocrinológicas, las cardiopatías, las inmunológicas y las neurológicas”, explica la especialista.
La doctora Prewitt agrega que un ejemplo de esto es la alta proporción de pacientes diabéticos, padecimiento que tiene una prevalecía del 10% en la población y que provoca trastornos depresivos y cambios de personalidad secundarios al procedimiento médico.
Por otro lado, más del 50% de pacientes con enfermedad vascular cerebral (EVC) presentan trastornos mentales, principalmente alteraciones del estado de ánimo.
"Algunas personas no se dan cuenta de que su salud mental es un problema, algunas otras pueden sentir dolor crónico o tener dolores de cabeza o resfriarse muy a menudo, y no reconocen que algunos de estos síntomas físicos podrían estar relacionados con la ansiedad, la depresión o el trauma", dice la doctora Prewitt.
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Los siguientes son los consejos que da la doctora Prewitt para cuidar la salud mental en el día a día:
Es importante saber que, además de las tareas laborales, también es prioritario tomarse un descanso y recargarse. En lugar de dejar que las tensiones se acumulen, es necesario hacer varias pausas de cinco a diez minutos a lo largo del día para ayudar a aliviar el estrés, la depresión o la ansiedad.
Puedes hacerlo dando un paseo de cinco minutos alrededor de la manzana, haciendo una meditación de 10 minutos o practicando un ejercicio de imaginación guiada. Incluso ponerse de pie una vez cada hora durante unos minutos puede ayudar a la circulación, cuando debes pasar la mayor parte del tiempo en una silla.
Si te das estos pequeños descansos a lo largo del día, puede ayudar a mantener tu energía y contribuir a una actitud más positiva.
Aunque te guste tu trabajo y disfrutes de las actividades de alta adrenalina o que involucran estar en contacto con muchas personas (como una fiesta grande o ir a un concierto, por ejemplo), también es necesario que dediques tiempo a relajar la tensión que sientes realizando actividades solitarias y tranquilas que te aporten soluciones reconstituyentes. Hay pequeñas cosas que se pueden hacer, como las siguientes:
- Ejercicios de respiración.
- Estiramientos.
- Escuchar música tranquila.
- Practicar yoga.
- Dar un paseo por el bosque o alrededor de la manzana.
- Dormir una siesta o permitirte levantarte tarde un día a la semana.
- Tomar un baño relajante, sin prisas.
Piénsalo en estos términos: Todos tenemos 24 horas en un día y no vamos a tener tiempo extra. Así que piensa en dónde puedes darte permiso para tomarte tiempo para el autocuidado cuando tal vez no lo estés haciendo.
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A primera vista, esto parece una actividad condescendiente, y puede serlo, pero las mejores rutinas de autocuidado tienen un propósito, son productivas y están planificadas.
Incluso si necesitas reservar 30 minutos al principio o al final del día para hacer algo que te guste, que sea relajante y tranquilo, debes tener presente esa necesidad e incluirla en tus rituales diarios. Recuerda que tu bienestar debe ser tu prioridad y que no todo en la vida son el trabajo y las obligaciones, también la diversión, el descanso y lo placentero son parte muy importante de la vida y de la salud integral.
El autocuidado puede tener muchas formas: un día de spa, una comida con un amigo, una noche tranquila sin los niños. Pero también puede consistir en abordar las actividades diarias con atención plena. Por ejemplo, la cena: ¿te apresuras a cocinar y a comer para terminar rápido, o te tomas tu tiempo para cocinar los alimentos que te gustan y saborearlos sin prisas? La alimentación consciente puede incorporarse fácilmente a la rutina diaria, y es un pequeño ejemplo de autocuidado.
A menudo has oído que la comunicación es la clave de las relaciones sólidas, pero eso también es cierto cuando se trata de la relación que tienes contigo mismo. Si tienes una pareja o un amigo en el que confías, podría ser beneficioso compartir algunos de los problemas que estás teniendo y sacar físicamente esas preocupaciones de tu sistema. Hacer esto puede ofrecer claridad.
A veces, el estrés emocional reprimido puede complicar otros problemas en tu relación con tu pareja y con otras personas, por lo que es importante mantener las líneas de comunicación abiertas cuando te sientas seguro para hacerlo.
Y si sientes que no puedes compartir detalles sobre tu salud mental, hay diferentes tipos de terapia que pueden ser útiles para resolver algunos de los problemas con los que estás lidiando. Recuerda que no tienes por qué enfrentar solo los problemas y cuestiones angustiantes que te aquejan, y si no te sientes con la seguridad o confianza de hablarlo con tus seres queridos, es muy recomendable buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, sea un psicólogo, psiquiatra o terapeuta.
“Cuando empieces a sentirte abrumado o sientas que no puedes manejar las actividades cotidianas, o que tienes regularmente pensamientos negativos sobre ti mismo o sobre otras personas, puede ser el momento de pedir ayuda o de hablar con alguien sobre lo que está pasando", concluye la doctora Prewitt.
Con información de Cleveland Clinic
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